martes, junio 20, 2006

Pos ni modo de no chingarme mi Sol

¿Como negarse a una chevesita, así? Hacerlo sería como negar la cruz de mi propia parroquia. En la feria de San Marcos se conjugan y reunen durante aproximadamente un mes esas sacrificadas y sufridas trabajadoras sociales de la Sol, que de manera altruista, y siempre velando por que el vaso que nos sirven de Sol o Indio de Barril, sea llenado con líquido, --y no espuma--, son manantial de cheve que refresca nuestra seca garganta.
Y después de unos 3 vasitos de a litro de cerveza Sol, recibidos de angelicales manos, uno puede brincar como abeja de flor en flor, a probar el nectar de otro jardín chelero - en territorio de la Corona, la Budweiser o la Miller- que como en la Cuahutemoc Moctezuma, cuenta con trabajadoras sociales igual de altruistas.

Así, como en el templo del rock, o en el salón de la fama del beisbol, en La Feria de San Marcos, se puede estar cerca y disfrutar de las más afamadas y prestigiosas marcas nacionales e internacionales; las estrellas de la noche: las cervezas.

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